N. V.
MADRID. El Juzgado de lo Penal número 3 de Madrid ha condenado al director de «La Razón», José Alejandro Vara, a seis meses de prisión por negarse a publicar la rectificación de una información que atentó contra el honor de Melitón Cardona Torres, entonces embajador en misión especial para la reforma del servicio exterior e inspector general jefe de servicios del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Aunque la resolución del juez fue notificada «in voce» el pasado 29 de noviembre, los hechos que se ventilaban en la demanda de rectificación se remontan al 23 de marzo de 2005. Han sido, por tanto, dos años y medio de peregrinaje judicial para este diplomático, hoy embajador en Dinamarca, que en un primer momento solicitaba, junto a la petición de cárcel, 12.000 euros por el daño ocasionado por la difusión de noticias falsas.
José Alejandro Vara no será encarcelado al no haberse opuesto el Ministerio Fiscal ni la acusación particular a que se suspenda dicha pena privativa de libertad, pues el director del rotativo no cuenta con antecedentes penales.
Después de hacer caso omiso al derecho de rectificación que el demandado ejercitó en el plazo legal que establece la Ley Orgánica 2/1984 de 26 de marzo, Cardona llevó a Vara a los Tribunales y consiguió que se ordenara la publicación de la rectificación antes citada.
Fue el 19 de mayo de 2005 cuando el juez de Primera Instancia número 57 de Madrid estimó la demanda interpuesta por Cardona y ordenó la rectificación íntegra del texto que el diplomático había enviado al periódico con motivo de la información publicada el 23 de marzo.
Bajo el título «Empresarios marbellíes denuncian al embajador para la reforma de Exteriores por tráfico de influencias», la periodista Carmen Gurruchaga aseguraba que el ex cónsul de España en Moscú «está acusado de utilizar su cargo en la capital rusa para desviar clientes al despacho de su amigo el abogado Jaume Torrabadella». Se señalaba también que «Cardona compaginaba su cargo en el Ministerio de Exteriores con su puesto de administrador único» en una empresa y, en este sentido, se subrayaba, entre otras cuestiones, que el embajador podría haber vulnerado la Ley de Incompatibilidades. Ninguno de estos datos era cierto, según sostuvieron tanto el demandante como el propio Ministerio de Asuntos Exteriores.
Sólo ante la solicitud de ejecución de la sentencia, despachada en auto de 17 de octubre de 2005, «el acusado publicó una pretendida rectificación en la edición de Madrid», pero el Juzgado consideró que la misma no cumplía con lo ordenado en la primera resolución. Por ello, se emplazaba a Vara a «subsanar las deficiencias de la publicación de la rectificación en el plazo de tres días». El director no lo hizo hasta el 25 de mayo de 2006, el mismo día en el que estaba citado para declarar como imputado por desobediencia. Demasiado tarde.